¿Hola?¿Hay alguien ahí? {Skandar B.}

por **April M. Bennet** Lun Feb 27, 2012 6:11 am

April no podía dormir aquella noche, no sabía cuál era la verdadera razón pero no paraba de moverse de un lado a otro de la cama. Resoplaba. Se despeinaba. Y maldecía que el sueño se hubiera ido de ella demasiado pronto.

No tardó en levantarse de su cama sin saber a dónde se dirigía por lo que optó por ir a la sala común. Tomó una bata para poder abrigarse y así, sin más, con su tierno pijama se dirigió a la al lugar al que se había propuesto. Iba de forma tranquila y despacio por aquellos oscuros pasillos, escuchando cualquier sonido que procediera de la oscuridad o cualquier pensamiento que estuviera cerca, en aquellos momentos agradecía tener aquel extraño poder ya que de esa forma sabría que pensaba su contricante o la persona que la quisiera asustar en aquel momento. Se solía adelantar a los hechos.
Escuchó un extraño ruido por lo que no pudo más, empezó a correr directa a la Sala.

Una vez allí encendió una pequeño lámpara, una vieja lámpara que se encontraba en una esquina cerca de un acogedor sofá. Una vez allí no dudó en buscar un limpio y grande papel para posteriormente ir a sentarse. Sentada y abrigada empezó a dibujar, su lápiz oscuro se movía con precisión por todo aquel papel. No sabía lo que iba a dibujar sino aquello que se le pasara por la mente en aquel momento. Quedó absorta en el dibujo, en sus pensamientos y en aquel absoluto silencio hasta que… - ¿Hay alguien ahí? – preguntó la castaña sobresaltada por un ruido que provenía de los pasillos.

por **Skandar A. Black** Lun Feb 27, 2012 12:43 pm

La noche era un tiempo precioso, donde Skandar no solo dormía. Muchas veces tenía insomnio, y sabía el porque de aquello, o por lo menos, eso creía. Quizás... el problema sería todo su pasado, que aunque pareciera que no lo recordaba, realmente lo tenía muy adentro. Cada día recordaba con mas claridad cada detalle, y eso le hacía tener insomnio, o eso pensaba.

Se encontraba en la cama, con sus ojos verdes abiertos, y mirando hacía la pared, intentando pensar en el sueño, e intentando también cogerlo, aunque nunca funcionaba. Lo de contar ovejas, era una ironía para el. Por eso apartó sus sábanas y movía sus pies de forma que se sentó en la cama, apoyando sus manos en el colchón, pensando en que hacer, aunque sabía la respuesta. Siempre que no dormía, solía ir a la sala de entrenamientos a practicar un poco, aunque en esos momentos no quería usar sus poderes.
Se levantó, mientras se colocaba sus zapatillas, y empezaba a andar hacía la puerta, con su pijama. Girando el picaporte y saliendo al pasillo, observando el gran lugar oscuro, donde a veces la gente se encontraba con sustos, sobretodo de noche, con tal oscuridad.

Mis pasos por el pasillo eran lentos, pero decididos a ir a la sala común, aunque realmente no sabía para que. A medida que llegaba, podía observar una luz en la sala, como un resplandor pequeño, dando a entender que había alguien allí. Avancé un poco el ritmo, porque aunque no me gustará hablar con la gente de allí, había una chica muy especial con la que siempre quise hablar. April, era una chica inteligente e increíble, aunque jamás habíamos hablado tanto... pero me parecía increíble, y por eso quería hablar con ella, porque sentía algo muy grande, pero no pensaba decírselo por el momento, porque no nos conocíamos de nada, igualmente, no sabía si ella sentía algo por mi. Sinceramente, creía que no.

Al llegar, observé a la chica mas bella de todo el lugar subterranio. April estaba allí, y sinceramente me alegraba, pero... no sabía de que hablar con ella, y aun menos a esas horas de la noche.
-Hola... April... ¿Que haces aquí? ¿A estás horas?- preguntó muy curioso, mientras avanzaba con sus pasos, aunque algo lentos por si se asustaba o algo, mientras por mi mente pasaban todo tipo de información de ella, y lo tanto que la amaba, aunque no la conociera.

por **April M. Bennet** Lun Feb 27, 2012 2:22 pm

Se tranquilizó al ver que se trataba de Skander, un simpático y dulce muchacho que siempre había llamado su atención, - ¡Skandar! – exclamó tiernamente a forma de saludo. Escapándosele posteriormente una graciosa sonrisa, le hacía gracia ver aquella confusión que le transmitía el muchacho con todos sus pensamientos. No llegaba nada claro a ella y eso la confundía. Pero le gustaba aquello, no deseaba a cada instante saber lo que se le pasaba por la mente a sus amigos o compañeros, y más cuando mantenían una conversación. No quería saber lo que podían opinar de ella, lo que podían sentir por aquella charla o por su simple presencia.

- No podía dormir, pero por lo visto no soy la única – se limitó a responder de forma simpática volviendo la vista sobre el papel que tenía entre sus manos, aquel paraje oscuro, frío, desierto y solitario. Aquel paraje que siempre pasaba por sus sueños, la soledad, la oscuridad y el miedo. Pesadilla que rondaba por su cabeza todas y cada una de las noches. – Quédate conmigo, no te vayas – le pidió la chica clavando nuevamente sus claros ojos en los de él. – No me gusta la oscuridad, el silencio y la soledad – se apresuró a aclarar. Eso podía reflejarse en el dibujo al que estaba dando vida. A la situación en la que se encontraba. Pero no solo eso, además no sabía porque le gustaba sentirse acompañada de aquel muchacho. Aquel chico que era demasiado atento y tierna con ella, aquel chico que siempre velaba por la castaña. No hacía falta decir que la chica hacía lo mismo con este.

- Y como ves puedes notarlo aquí perfectamente – añadió enseñando el dibujo que estaba creando. Paisaje oscuro y solitario. - ¿Y tu?¿Que haces aquí? – preguntó con gran curiosidad. No creía que fuera por la misma razón que la chica, ¿Skandar temiéndole a la oscuridad? Imposible. Se podía tratar una niñería pero algo que traía de cabeza a April.

por **Skandar A. Black** Lun Feb 27, 2012 2:38 pm

Cuando el chico escuchó su nombre pronunciado por April, sus latidos aumentaron el ritmo, notando en aquel bello y lindo rostro, una sonrisa graciosa, con la cual era bellísima, como siempre, aunque no sabía si algún día se lo diría.
Sus pasos eran mas decididos, hasta llegar a su lado, observando el oscuro y frió dibujo que había dibujado. Pero aun así, el sabía perfectamente que April no era nada oscura ni maligna, solo que tenía un pasado algo duro. No tanto como el, pensó, pero ya había sufrido, y solo eso era razón suficiente como para ayudarla, aunque no hubiera sufrido, Skandar quería estar a su lado, para siempre, por lo menos siendo amigos.

Tras sus comentarios, se sentó a su lado, observando con mas claridad el dibujo, y después volviendo la mirada a April, aunque se sentía nervioso. Estaba al lado de la chica que quería, de noche y tras escuchar que quería su acompañamiento. No sabía si sería ese el momento perfecto para decírselo. Porque quizás no tendría otro igual, aunque... no se conocían tanto, por eso no quería estropearlo todo.
-Yo... ahora también quiero tu compañía.- dijo algo tímido, mientras apartaba su mirada hacía la mesa. -No es que no pueda dormir...- comentó algo apenado. -Es que... muchas noches no duermo, debido a mi pasado. No me entra el sueño, y muchas veces voy a la sala de entrenamiento, pero... hoy quiero quedarme contigo. Los dos necesitamos compañía del otro.- explicó algo sonrojado, aunque no sabía porque. -No quería quedarme en mi cuarto a solas...- argumentó algo apenado, mientras volvía su vista a los ojos de April, observando su gran bello y lindo rostro, notando como su corazón ya casi escapaba de su cuerpo.

Realmente sabía el porque la amaba, aunque nunca se lo diría, a no ser que realmente tuviera que hacerlo. Si se lo decía, April a lo mejor le rechazaría, y sería otro duro golpe para Skandar, además, podría acabarse su amistad. Y aunque fuera como amigos, era suficiente para pasar tiempo al lado de la chica mas maravillosa que Skandar había conocido en su vida, y sinceramente, que conocerá.

por **April M. Bennet** Lun Feb 27, 2012 2:59 pm

- Pues creo que por una vez agradezco no haber podido dormir – añadió la chica de manera simpática. Y bajo la mirada al escuchar las razones del chico, su pasado… nunca le había preguntado por tal historia pero la conocía de sobra. Muchas veces se encontraba con los pensamientos del chico, con su sufrimiento, impotencia y dolor. – Lo siento – se limitó a decir en cuanto a ese tema, - Ya sabes, cuando quieras hablar aquí estoy. Aunque también sabes que no hace ni falta que lo cuentes, no tienes más que pensarlo – bromeó la señorita. Una gran ventaja acerca de su capacidad, a veces podía pecar de cotilla y entrometida, pero en muchas ocasiones su poder servía para ayudar a sus amigos y eso sin duda, era lo mejor de todo.

- La soledad siempre empeora todo. Agrava todas y cada una de las sensaciones; sean estas buenas o malas – agregó la muchacha, eso era lo que creía por tal razón odiaba tanto esa situación. Era una chica demasiado alegre, divertida y dulce pero cuando la soledad la envolvía se sentía acorralada y dudaba de todo lo que tenía a su alrededor.

- Aunque La soledad es muy bonita cuando tienes con quien compartirla – dijo la chica de manera simpática. Por un momento le agradaba la idea de que todo el mundo se encontrara durmiendo a aquellas altas horas de la noche; ya que de esa forma tendría la oportunidad de conocer mucho más al chico que le gustaba, al chico que después de tantos años la hacía sentir especial e importante. Y él siquiera sin saberlo.

Dejó el dibujo a un lado ya que le absorbía gran parte de su atención y ahora ya no estaba sola, Skandar merecía su atención. – Te diría de hacer algo divertido ahora pero como ves… no es ni el lugar ni la hora – añadió la pequeña castaña. Incluso a día de hoy April no se acostumbrada del todo a estar allí, siempre había algo que le faltaba pero no sabía qué. Se aburría, se abrumaba y se cansaba de todo aquello. Tras aquello no pudo ocultar una mueca de tristeza en su alegre rostro por lo cual esta llamaba la atención.

por **Skandar A. Black** Lun Feb 27, 2012 3:20 pm

Su rostro tan bello y alegre le hacía sentir muy especial, como si todo su dolor y sufrimiento cambiará por felicidad y alegría. Y por unos instantes, no pensaba en la venganza, ni en nada malo que hacer. En estos momento, lo único que le importaba, era estar con ella, aunque estuviesen a altas horas de la noche, eso no le importaba en absoluto.
-No... deseo hablar de ese tema, ni contigo ni con nadie. No es que no quiera, solo que... no me saldrían las palabras. Contigo prefiero hablar de otras cosas, y olvidar todo mi pasado al completo.- comentó algo nervioso y sincero.

La soledad... uno de sus mejores amigos, aunque lo apartaba por estar con April. Le importaba mucho ella, mas que todo en el mundo, mas incluso... que la venganza. Porque aunque pareciera raro... sabía que no resolvería nada con la venganza, solo quería hacerla para que sufrieran como había sufrido yo. Pero... ya sufrían bastante, cargando con la culpa de muertes de muchas personas. Igualmente, Skandar era nublado por la venganza y el odio, aunque no lo mostrará realmente, su corazón estaba lleno de eso.
-Prefiero la soledad a tu lado que con cualquiera de los demás...- explicó algo tímido, notando como sus mejillas le ardían, suponiendo que estaba sonrojado, así que apartó la vista rápidamente, algo confuso y sin saber que hacer.

April apartó el dibujo, y Skandar mostró una sonrisa algo apenada, volviendo su vista a la chica, a sus hermosos y perfectos ojos.
-April... las horas van y vienen. No hay necesidad de hacer cosas en horas exactas... No sé si me explicó...- dijo algo confuso y con una sonrisa. -Me refiero a que... si queremos divertirnos... podemos hacerlo ahora. No hay horario fijo. Además, las puertas están para que el ruido no traspasé.- explicó sonriendo.
Aunque le resultaba difícil imaginar algo divertido que hacer allí. Pero si April tenía algo en mente, el la ayudaría en cualquier cosa, y se divertiría mucho con ella.

por **April M. Bennet** Lun Feb 27, 2012 3:38 pm

Escuchó con atención como su amigo le indició que no quería hablar de ese tema, ni con ella ni con nadie. Lo entendía, claro que lo entendía pero por otra parte también la desanimaba. Ella podía reconfortarlo, podía ayudarlo o sino lo intentaría pero con una negación desde el principio no podría hacer nada de eso. – Esta bien, entendido – se limitó la chica a contestar sobre el tema. No quería presionarlo y si él no quería decirle nada ya tenía ella suficiente con escuchar por error más que algún pensamiento de Skandar. Y hablando de eso… venganza. No sabía exactamente que se le había pasado por la cabeza al chico pero aquella palabra había sido clara. - Vengándose, uno se iguala a su enemigo; perdonándolo, se muestra superior a él.- añadió esta de forma dulce y a su vez tierna, no sabía de lo que se trataba pero esperaba que el chico se lo tomara a bien. Ella tan solo quería ayudar, ser atenta y dulce.

Aunque su intención de ser buena amiga se vio interrumpido al escuchar salir eso de la boca del castaño, ¿había escuchado bien?¿cómo tenía que entender aquello? No pudo evitar sonrojarse y sentirse nerviosa, pero por lo visto no había sido la única ya que el chico también había reaccionado de forma un tanto parecida. – Gracias – añadió la chica haciéndose la tonta. Tomándoselo más como un mensaje de amigos que como otra cosa. La ponía nerviosa aquello, eran amigos. Eso quería. ¿Razón? Se sentía demasiado a gusto a su lado como para estropear aquella dulce amistad que tenían. Temía volver a quedarse sola, sin nadie, sin él.

Escuchó la respuesta de Skandar a su antiguo comentario, - Lo sé – se apresuró a decir, sí., el chico tenía más que razón pero… - Pero estamos aquí, no hay nada. Nunca hay nada, siempre es lo mismo y todo es igual – añadió la muchacha. Estaba cansada. Aburrida. – Estoy cansada de pintar, de leer, de dibujar y de escribir – se quejó. Sí, a lo mejor a él no le interesaba nada de lo que le estaba contando pero se estaba desahogando. – Lo siento – se apresuró a decir un poco nerviosa, no quería incomodarlo. - No quiero aburrirte - volvió a añadir. Eso era lo que menos quería en ese momento.

por **Skandar A. Black** Lun Feb 27, 2012 3:57 pm

Skandar notaba como April se desanimó un poco por su comentario, y sinceramente, se entristeció por eso. No quería hacerla sentir mal, pero no supo como arreglarlo, quizás no se podía. Si el le dijera que lo sentía mucho, quizás April le contestaría con no pasa nada, y que estaba bien, pero realmente, si pasaba, y era que se había portado mal con ella por aquel acto. Un acto que no volvería a repetirse.
Tras su comentario de la venganza, Skandar apartó la mirada, pensando en que le había leído la mente. Pero su pasado no era lo que mas le importaba que supiera April, si no, todas las cosas maravillosas que tenía en la mente de ella. Realmente, Skandar estaba muy enamorado de April, y por su mente no hacían mas que pasar esos pensamientos, intentando no pensar en eso, pero toda acción era erronia, hasta que pensó en hablar de la venganza e intentar pensar en otra cosa.
-April, la venganza la hago por mi familia. Se que ellos no querrían que me vengara, pero sinceramente, ese asunto no es solo por ellos. Es por todas las personas que fueron víctimas de estos seres sin corazón, quienes fueron capaces de hacer experimentos con humanos vivos.- explicó sincero y con seriedad, mientras no apartaba la mirada de los ojos de la chica. -Aunque... realmente... dudo que pueda solo contra ellos. Si nosotros somos experimentos, quizás ellos tengan las creaciones máximas, que también tendrán poderes, e incluso puede que mejores. Yo no seré nada contra ellos.- explicó apenado.

Tras el comentario de la diversión, Skandar mostró una sonrisa, negando con la cabeza y sonriendo, con su mirada en los bellos ojos de April.
-Nunca me aburres. Me pareces una chica muy interesante. Y tus comentarios son perfectos para nunca aburrirme. No dices nada que pueda hacerme sentir... mal, incómodo, apenado... Además, tu sonrisa es lo único que me importa en estos momentos.- comentó sincero, mientras notaba como se sonrojaba, pero no quería apartar su mirada.
Tenía el presentimiento de que April le había leído el pensamiento hace rato, sobre las cosas que el sentía por ella. ¿Y ya que mas daba guardarlo? Lo iba a leer en su mente ahora, después, o mañana. Aunque se sentía algo nervioso, lo único que le importaba, era la felicidad de April, y como dijo, su bella y perfecta sonrisa.