La rabia solo se calma con paciencia y tranquilidad (Elyzabeth M. Jones)

Como muchas otras veces, la soledad era mi única amiga. Donde me sentía a gusto y feliz. Lo había perdido todo, mi familia y... bueno, no tenía amigos. Así que solo mi familia. Estaba solo, pero aun así, no me rendía. Quería venganza contra la empresa que arruino mi vida. Porque si no hubiese sido por ellos, abría conseguido dinero y haber salvado a mis hermanos, y también haber sacado de la pobreza a mi familia, aunque haya sido un poco.

Me encontraba en el salón de entrenamiento, mi lugar favorito, donde podía desahogarme con todo mi poder, pero aun así, no me sentía completamente desahogado. Necesitaba usar mi poder contra la empresa que mató a mi familia, y así estaría a gusto, y realmente feliz. Aunque a veces ya era feliz, estando al lado de April, una chica maravillosa, con la que había empezado una bonita amistad. Aunque realmente, nuestra amistad llegó a un punto extremo. Yo la quería, aunque jamás pensé en decírselo. Aparté de que podría molestarse, podría acabarse nuestra amistad. Y yo me sentía muy especial a su lado.

Paseaba por el salón, mientras me acercaba a la pared para pegar un puñetazo y hacer explotar mi mano. Mientras que al segundo, observaba como se regeneraba rápidamente y sin dolor alguno. Estaba cabreado por todo mi sufrimiento, pero no podía hacer nada de momento.

La empatia era buena como don pero ha veces me daba jaqueca, me estresaba demasiado pues sentia lo que los demas, dolor sufrimiento tristeza agonia y me enfermaba, podia trabajar apara que fuera mas placentero el lugar a veces. por eso me mantenia en las habitaciones entreteniendome con algo o jugando con juegos que hacia con m hermano, mi hermano como lo extraba de arto el unico que me quizo y me defendio por que no me llevaron tambien por que no me mataron si salia del lugar volveria a la mafia.

Baje hasta la parte del salon de entrenamientos y antes uso el poder de la empatia para saber cuanto debia aguantar, lo que note fue bajito y entre al lugar vi un chico que se golpeaba y lo primero que hice fue tratar de calamarlo, no sabia si se habia dado cuenta que estaba alli

Lo único que me importaba en estos momentos era la venganza, porque jamás podría olvidar de mi cabeza, que yo seguía siendo joven, mientras mis padres me tomaban por brujo y se hacían viejos, al final acabando con sus vidas, como mis hermanos...
Todos esos recuerdos me eran imposibles sacar de la cabeza, aunque igualmente, no quería hacerlo. Quería mantenerlos hay, hasta el día en que aquella empresa reciba su merecido por mis propias manos.
Pero todos mis enfados parecían desvanecerse como si nada, y solo había una explicación para eso. Jamás me había durado tan poco los enfados, por lo que sabía que alguien estaba controlando mi cuerpo, pero la pregunta que tenía en mi mente, ¿porque? Nunca le he importado a nadie, y nadie querría que un niñato como yo me calmase para estar mejor.
Me giré hacía aquella chica, la cual estaba quieta, pero sabía que era ella. No había nadie mas en la sala.
-No es que no te lo agradezca, pero... ¿porque me quitas el enfado?- pregunté curioso, y a la vez, extrañado.

Por un momento estuve a punto de dar vuelta no queria meterme con el pero la curiosidad, me alze de hombros pues yo no sabia como lo hacia sin conocerlo di vueltas por toda la sala sintiendo el aire refrescante

--te notaba demasiado tenso y furioso, que era lo que pensabas? -pregunto de nuevo no queria parecer entrometida toque los objetos del lugar como si ello me tranquilizara -Se como te sientes, tus emocioenes y me parecio noble hacerte olvidar unos instantes..

Lo queria poner a prueba y ahora la instancia cambio jugando un poco con sus propias emociones explicandole de como iba el proceso, ahora debia sentir vacio, dolor y desesperanza

Observé como empezó a caminar, hablando de lo que sentía. Y tenía razón. Mi furia, enfado y venganza, era claro en mi, pero siempre lo ocultaba. Ella tenía algo con lo que saberlo, y como pensé desde el principio, tenía un poder, como yo. Pero aun así, no me importaba. Ella era otra como yo, encerrada aquí en Drenaje Profundo, y siendo desterrada de arriba, seguramente por los mismo que me encerraron a mi.
Pero al segundo, podía notar como mis emociones de tranquilidad y paz, se transformaban en vació, dolor y desesperanza, notando en mi algo que jamás había tenido desde hacía muchísimos años. Ese dolor que sentía al ver mis padres morir de vejez, o a mis hermanos por enfermedad. El vació que sentía por estar solo. No comprender que era la palabra "amistad". La soledad me había acompañado desde que nací, y eso no le daba importancia, hasta este día, en el que esta chica me metió ese sentimiento en mi, llegando a comprender que la esperanza que tanto me había costado guardar en mi interior, salía a floté, pero rompiéndose por completo, y sin salvación alguna.

Unas lágrimas se escaparon de mis ojos, recorriendo mis mejillas, pero mi postura seguía igual, observando a aquella chica, que ni siquiera sabía lo que me estaba haciendo.
-Jamás conseguirás nada...- dije mientras notaba como las lágrimas caían al suelo, y empezaban a salir mas cada segundo, recordando todo mi pasado por culpa de aquellos sentimientos. -¿Porque juegas conmigo? No te hice nada...- pregunté seguidamente y esperando con ansias aquella respuesta.

Los sentimientos del chico que eran tan potentes me vencieron en el instante y pude ver su sufrimiento habia hecho mal jugar con el de esa forma tan difernte como era yo, jadeee agachandome no podia soportarlo me empezaba a dar jaqueca y lo unico que pude soltar y decir en ese instante fue

-Para con lo que estas haciendo -En mi lugar y como estaba no podia concentrarme era demasiado el dolor y me estaba empezando a fatigar y faltarme el aire y respirar de manera entre cortada como alguien podia vivir con tanto dolor que el chico sentia como era capaz de sobrevivir

Notaba como la chica empezaba a sentirse mal. Sus acciones lo demostraban, y eso era lo que aprendí de ella. La empatía, era un poder bastante malo cuando te encuentras con alguien que a sufrido mucho en la vida, y le haces recordar su pasado, aunque... a lo mejor no tenía la empatía... a lo mejor tenía un poder parecido. Igualmente, sabía lo que sufría, aunque no podía ni imaginarse todo mi dolor. Ella solo lo estaba sufriendo un poco, yo lo tuve que soportar toda mi vida, y jamás pensé en volver a repetir los mismos sentimientos que en la antigüedad.
-No estoy haciendo nada...- dije mientras las lágrimas seguían cayendo por mi mejilla, y a veces nublaban mi vista, pero me acerqué a ella, con pasos lentos y decididos. -Has empezado tu, cambiando mis sentimientos. La ironía es que has caído en esa trampa.- expliqué algo serio. -Quitame ese dolor que siento en mi interior, por favor.- dije con un tono algo suplicando.
No podría sobrevivir otra vez sintiendo lo mismo que hace tiempo, pero multiplicado muchas veces. En el pasado, lo superé, pero ahora, mis sentimientos eran peor, porque han pasado muchos años, y cada día que pasaba, me sentía mas solo y sin esperanzas por sobrevivir en la vida. Lo que podía sentir ahora mismo, no era ni una pizca de lo que sentía de pequeño, y me alegraba, porque en la niñez, quizás no habría sobrevivido con tal shock de sentimientos.

Empatia un poder que no me gustaba muchas veces sino me concentraba bien se volvia en mi contra como en este momento. lo mire con cara de pocos amigos en cierta forma no me gustaba sentirme debil pero yo habia empezado a jugar con sus emosiones me concentre de nuevo y pude capaz de relajar un poco, me dio algo de tristeza al verlo llorar y solo lo abraze yo le habia hecho eso y a nadie le gustaba recordar cosas

-lo siento queria una forma de mostrarte como funcionaba mi poder, pero no pense que tu... -lo mire con una disculpa verdadera en sus ojos pude ver dolor desesperanza y ahora que estaba mejor las emociones de alrededor se sentia paz no habia puesto felicidad por que seria una mentira asi que me sente -Y cuanto llevas en el lugar?

Su miraba se encontraba en mi rostro, viendo como mis lágrimas se hacían visibles y empezaban a resbalar por mis mejillas, y acababan cayendo al suelo, siguiendo notando como el dolor de mi interior, permanecía, pero al segundo, notaba como empezaba a desaparecer ese dolor, intercambiándolo por una tranquilidad de paz, algo que me alegraba mas que lo anterior. Y de repente, me abrazó, un acto que jamás hubiera adivinado de aquella chica, disculpándose por haber hecho aquello conmigo. Sinceramente, no me había hecho ninguna gracia, pero sus disculpas, me entraron muy en el fondo, y realmente parecía que había pasado mal, y que su disculpa, era sincera.
-Tran... tranquila...- dije mientras me secaba con mis nudillos las lágrimas de los ojos, notando como mi vista me hacía ver mal, borroso e incluso fatal. -No... no pasa nada. Pero habían otras formas de mostrarme tus poderes...- comenté algo apenado, mientras mi mirada bajaba al suelo, intentando tener la vista bien, sin nada borroso.
Giré la cabeza, haciendo explotar parte de mi cabeza, para ser regenerada y tener el rostro bien, sin lágrimas ni la vista borrosa. Cuando acabé, me volví a girar y la miré con mas claridad, observando por fin el rostro de aquella chica con mas claridad.
-Llevo... muchísimo tiempo. No recuerdo cuanto, pero ni siquiera quiero recordarlo... porque... ya sabes... no quiero volver a mi pasado.- comenté apenado, y recordando poco a poco las escenas de cuando llegué, y sobretodo, el porque, pero no me interesaba seguir con ese tema por mucho mas rato. -Me llamo Skandar.- dije con una sonrisa algo agradable, aunque floja, tendiendo mi mano.