Tranquilidad en el agua fria

Me encontraba algo intranquilo y ligeramente preocupado por la situacion actual, no tardaban en llegar los Mc Callister y elegir a uno mas de nosotros para llevarse con ellos, siempre solian elegir a quienes desarrollaban alguna habilidad que fuera de su utilidad, sin embargo que necesitarian esta vez, aforunadamente Igor me habia salvado ya de varias pero lograria hacerlo de nuevo, alguien se ofreceria a irse con ellos,

-Maldicion

Murmure mientras me despojaba de las prendas una a una y me recostaba en la tina enorme que servia como terapia de relajacion para cmo me sentia en un momento asi, deje que el agua fria me refrescara y de cierta forma me ayudara a encontrar la tranquilidad que necesitaba, aun pasaba por mi mente el exterior, habia logrado escapar un par de horas y las cosas no habian resultado tan mal, y si comenzaba a llevarme a algunos conmigo de vez en cuando...

Los pensamientos que pasaban por mi cabeza en esos momentos no eran incomprendibles por mi, bueno... ni por mi ni por nadie. Realmente tenía un desconcierto en la cabeza que ni siquiera sabía como quitármelo de la cabeza. Los días en el nido, se me hacían largos y duros, esperando el día en que por fin pudiese salir, y tomar venganza con los mismos que encerraron a los demás, con los cuales me "comunico" aquí abajo. No hablaba con muchos, porque no me gustaba, pero igualmente, me gustaba hablar con April, era una chica maravillosa y la quería muchísimo, aunque nunca se lo diría hasta que realmente surgiera el momento.

Me dirigí a los baños, para así darme una ducha antes de ir a mi cuarto. Aunque no me notaba sucio, pero me sentaba bien estar en la ducha, aunque en cierto modo... era un punto débil mio, pero nadie lo conocía, y eso me alegraba.
Al llegar, escuché el agua correr en un apartado, pero me daba igual, porque no quería hablar con nadie, y aun así, no iba a volver mas tarde. Me dirigí a un apartado, desvistiéndome y empezando a notar el agua correr por mi cuerpo, sintiendo ese agua natural recorrerlo todo, mojando todo mi cuerpo.

Termine la ducha y colocanome una toalla en la cintura me puse en pie cuando escuhe el sonido de alguien que se aproximaba los baños, tomo uno de los privados, por lo que debia tratarse de alguien pudoros cuestion que no significo nada para mi, por un momento creei que se trataba de Jaden el chistosito y decidi jugare una broma asi que espere a que el snido del agua no le permitiera escuchar el momento en que me robaba sus prendas y esperaba sentado en los banquillos a que saliera, definitivamente ago de divesion no vendria mal entre tanto estres,

mientgras espeaba me coloque mi ropa interior y mis jeans , tambien las medias y unas botas y me limite a esperar a que saliera y no encontrara su ropa,

Mis pensamientos empezaban a entrar y salir de mi cabeza, cada vez que pensaba algo, mi mirada se desviaba de su lugar, mientras notaba como el agua seguía cayendo, recorriendo todo mi cuerpo...

Tras unos largos minutos, paré el grifo, y como otras veces, alcé mis manos, observando las palmas. Siempre que me encontraba mojado, intentaba secarme con mi poder, pero poco a poco. No quería provocar una explosión tan grande. Por eso, empecé a ver como mis manos ardían en baja concentración, como su fuera una explosión pequeña, y bien controlada. Así me secaba poco a poco, pero me daba cosa pensar que mi poder podía fallar y hacer una explosión en todos los baños. Así que cuando acabé, cogí la toalla y me la enrollé por la cintura, buscando mi ropa, pero sin encontrarla, así que salí del apartado, pensando en que alguno de los internos en el nido, podía haber robado mi ropa, quizás por necesidad, o por broma. Hasta que vi a un chico que había visto solo de pasada, nunca había hablado con el. Y mi ropa a su costado, aunque me encontraba algo confuso...
-¿Has sido tu quien a cogido mi vestuario? O sea... ¿mi ropa?- pregunté curioso, y algo serio.
A veces me confundía con palabras antiguas, como en mis años de juventud, en aquellos maravillosos 1900... Aunque sinceramente, se estaba mejor allí que ahora, en estos años.

sin duda alguna no se trataba de Jaden debi haberlo notado, cuando esa ropa era demasiado pequeña para el, tome la ropa y se la devolvi, mientras con una mueca de arrepentimiento ofrecia una muda disculpa,

-lo siento Skandar.. a sido un error pensaba que eras alguien a quien queria jugarle una broma,

era natura que supiera el nombre de todos despues de todo siendo sublider y proximo profesor tendria que hacerlo,

-no imagine que srias tu incisto te ofresco ua disculpa

en realidad me sentia sumamente avergonzado

Observé como me devolvía la ropa, teniendo mis manos para recogerla y escuchar atentamente sus palabras de arrepentimiento. No había pasado nada en concreto, si solo era broma, la disculpa estaba hecha. No iba a enfadarme por aquello.
-No pasa nada, espero que tu próxima broma sea un excito, y no le quites la dentadura a una abuela quien pensabas que era una amiga tuya.- bromeé algo inseguro y serio, mientras me giraba para ir al apartado donde me había duchado, y así vestirme.
Aunque realmente no estaba enfadado, pero no sabía como comportarme delante de la gente del nido, solo con April, porque era mas natural. Paré de caminar para girarme algo extrañado.
-Por cierto... ¿como sabes mi nombre?- pregunté algo curioso.
Posiblemente alguien le dijera mi nombre, aunque no sabía quien podía ser. Yo no hablaba con casi nadie, mas que nada porque no quería relacionarme con los demás. Hablar con ellos podía ayudarme a recordar mas mi pasado tormentoso, y era algo que no me alegraba, sinceramente.

bueno yo... Igor el Lider, me pide que lleve conteo de todos y que memorize sus nombres, asi como pronto comenzare a entrenarlos para
que aprendan a dominar al 100% sus poderes, y es asi como se los nombres de todos aqui, tambien se que eres de los primeros que fueron traidos a este lugar, dificilmente hablas a no ser con april la chica que siempre esta a tu lado, y bueno mi nombre es Yamel

me aceque a el y estreche su mano mientras miraba distraidamente la regadera abierta,

-pareses demasiado pudoroso esta bien no quize incomodarte...

Cuando empezó hablar de quien era, sobre lo que sabía de mi y todo eso, ya me concentre un poco, en pensar, que no solo me conocía a mi, si no, a todos, se suponía. No me molestaba en absoluto, pero me sentía incómodo que la gente me conociera y yo no conociera a los demás. Aunque Yamel, parecía ser uno de los encargados en el nido, y eso me tranquilizaba. No parecía tan malo como los otros que nos metieron aquí.
-April... es mi mejor amiga. Y es en la única quien confió plenamente.- expliqué sincero y algo serio. -Y... bueno... soy pudoroso, pero a mucha honra.- respondí mientras andaba hacía el apartado en donde me había duchado, para así vestirme y estar vestido.

En estos momentos, lo único que pasaba por mi cabeza, era April, sus dulces sonrisas, su bella y armoniosa voz, su perfecta figura, su lindo y dulce rostro, con aquellos ojos tan estupendos, labios maravillosos y una piel tan dulce y perfecta... Era la chica perfecta. Sobretodo era buena, atenta, dulce, tierna, protectora, amable, educada, poco enfadadiza, algo tímida... No podía quitármela de la cabeza, y eso me alegraba, pero no quería que alguien me leyera la mente y lo fuera ir contando por hay... Así que lo borré todo, o eso intentaba, mientras salía del apartado y observaba a Yamel.
-¿Entonces... conocerás a todas las personas de aquí? ¿Y sus historias?- pregunté curioso, y con interés por la respuesta.

/me sonrie de medio lado mirandolo con cara de ternura, en realidad no podia entender como una persona que en teoria era mayor que yo me hiciera sentir que debia protegerlo, sin embargo era normal por mi instinto paternal a flote que siempre lograba vencerme,

-solo se lo que las personas quieren contarme, tampoco soy telepata ni leo mentes, simplemente escucho a quienes an querido contarme sus penas.. pero bueno por que preguntas con tanta intriga, acaso quieres saber algo de alguna persona en especial ,

sonrei mirandolo dulcemente y me sente en las banquillas de los vestidores para relajar los extraños animos del momento

Observé su rostro con su sonrisa dulcemente, y después como se sentaba en el banquillo. Si conocía algunas historias, podría saber el como acabaron aquí. Aunque sería difícil, porque habría algunas personas que no quisieran contarlo, aun así, me interesaba saber sus historias, para así averiguar mejor el enemigo.
-¿Podrías decirme como acabaron aquí algunas personas?- pregunté curioso. -No todas, pero la simple información de como acabaron en este lugar, aunque sea corta, por favor.- expliqué con seriedad, interesado por la respuesta.
Lo único que me interesaba en estos momentos, era averiguar mas sobre la gente, y aparte de sus puntos débiles, averiguar como vencer a los farmacéuticos malvados aquellos.