Cavilaciones de libertad (Yamel McQueen)

Pese a los años que llevaba durmiendo en estos intentos de habitación, seguía sin acostumbrarme, pues realmente era un lugar pequeño, y ahora simplemente estaba delante, en el corredor que conectaba algunas de las muchas celdas, ¿esperando?, ¿aburriéndome?, más que nada y sencillamente pensar, aunque tampoco es que tuviera temas que cavilar, pues lo único que me importaba en este lugar era mi hermano, la persona más cercana a mí.

Paseaba por los pasillos de las celdas, ¿habría alguna manera de salir de allí?, sabía perfectamente que mi hermano solía pensar en ello, y yo quería ayudarle, no pensaba dejarle a él todo el trabajo, aunque también vendría bien si alguien más pudiera venir con nosotros, pues cuantos más escapemos de allí mejor.

esa noche casi lograba escapar, me había armado de valor y salido a hurtadillas, sin Igor Vigilandonos, habia resultado extrañamente Facil, aunque finalmente comprendi cual era el motivo por que Igor nos mantenia encerrados aun, la mafia habia puesto algunos de nosotros a vigilar los conductos del drenaje, matones que estaban dispuestos a exterminar a quienes intentaran escapar, era su extraña forma de creer que sus secreto estaria a salvo,

esa noche en particular conoci a uno de ellos en las cañerias, sin embargo no habia resultado como era Tanya este era simpatico y paresia facil de persuadir, me hizo regresar sin ocacionar mucho daño, y habia sido comprensivo, quiza por que solia ser uno de nosotros, sin embargo no me daño,

caminaba de vuelta intentando que nadie se percatara aun que venia del exterior cuando...

Mientras pensaba, caminando de un lado a otro del corredor, escuché unos pasos que se acercaban, ¿quién estaría por allí?, creí que estaría solo, pues nadie suele permanecer cerca de las celdas cuando no es la hora, por lo que me extrañó, entonces pensé qué podía hacer, si era uno de los guardias o no, según fuera, muchos motivos para estar por aquí no tenía, únicamente pensar en un lugar tranquilo, sin mucha gente alrededor.

Cada vez estaba más cerca, hasta que lo vi aparecer doblando la esquina, era un chico que me sonaba de haber visto por el drenaje en alguna ocasión, pero jamás me había parado a relacionarme con los demás, aunque era algo normal, teniendo en cuenta el lugar en el que estamos, y de la manera en la que estamos, y ya era hora de remediar eso.